lunes, 17 de agosto de 2009

Son más las cosas que me hacen morir.

¿Qué haces cuando el dolor te acecha otra vez? ¿Qué podes llegar a hacer cuando vez que todo vuelve atrás en un minuto y enmutas de miedo? Yo lloro y me escondo en el único lugar que creo encontrar paz, el baño. A partir de que descubrí como callar mi dolor con mi cuerpo, me refugio en el único lugar donde puedo llegar a ser yo con mi propio dolor, sin nadie ni nada excepto yo que me mire sufriendo. Pero después de encerrarme en mi caparazón, mi acongoja sigue estando y de manera más doliente. ¿Puedo realmente escapar de lo que pasa a mi alrededor? Quiero hacerlo, intento hacerlo sin herirme, pero es inútil, cada vez más me hundo en mi propio ser y hago toda una catarsis escupiendo recuerdos felices que me hacen peor. Es precisamente en ese momento que me doy cuenta de que no sirve tratar de consolarme con lo que alguna vez me hizo bien, porque me termina destruyendo peor de lo que la situación actual lo hace. Al final no hay escapatoria, solo un leve respiro, que te termina convenciendo de que estas atrapado en un mundo que no es para nada feliz, que la felicidad es solo una ilusión y que pase lo que pase siempre lo sera. ¿Importa? En este momento no, porque ya no hay cambio donde alguna vez pensé que lo habría, todo sigue de la misma manera y como un espiral sin fin, tiene una y mil vueltas. El dolor esta acá, esta en mi piel y es la única cicatriz que se percibe sin realmente ver el filo de la navaja que la marco.

3 comentarios:

El Le Pable dijo...

Es imposible no pasar por la vida sin sentir dolor. Tarde o temprano nos tocara perder un ser querido; nos pelearemos con un amigo; nos dejara un amor; nos hecharan de un trabajo o aquejara alguna enfermedad...pero sin atravesar por esa instancia, valdria la pena vivir? Seguramente no aprenderiamos nada.
La vida es aceptar el dolor, superarlo y seguir adelante.
Sobre la felicidad, no es una ilusión, yo creo que es más un contrapeso para mantener cierto balance. Tomalo si queres como una retribución por el dolor que sentis.
A si que ya sabes, simplemente acepta el dolor y la felicidad como lo que son. Como diria el gran miyagi, "todo en la vida es equilibrio" (o algo así)
Uno no puede vivir con la vinchacorbata puesta, ni tampoco ser un emosuicida andante, porque de esa forma estas ignorando o tergiversando la realidad de las cosas.

Anónimo dijo...

Concuerdo totalmente con sus palabras señor Pablo, pero yo no tomaria a la vida como "DOLOR" y la felicidad como "RETRIBUCION" o "CONSECUENCIA" del dolor. Es como ultimamente suelo terminar diciendo: ser crudamente realista no es pensar lo peor q te puede pasar.
Lo mejor sería (para mi) aceptar q la felicidad no existe, solo existen momentos felices, por lo tanto el dolor tmb es momentaneo y como en cierta forma usted dice, se le puede sacar mucho provecho.
Pero es imposible pensar asi el 100% del tiempo, aun somos animales muy impulsivos y no podemos manejar nuestro cerebro a gusto la mayor parte de nuestra vida. Saber de qué manera nuestras mentes crean la felicidad y el dolor vuelve absurdo el hecho de sufrir, ese es mi consuelo de vida.
-Jorge-

El Le Pable dijo...

mmm, no esta mal lo que decis. Pero lo siento incompleto (leyendo lo mio tambien me doy cuenta de que falta más fundamento). Uno es impulsivo en la medida en que la sociedad o tu educación te lo permite (viendolo de esta forma somos seres represivos más que nada).
Sin embargo bienvenida sea esa cuota de impulsividad. La vida seria un asco si nos reprimieramos en más cosas que las actuales. Igual esto hay que hablarlo en un contexto que amerite un te chamanico de por medio y no por blog que se hace tan lento, jajaja.
Un abrazo maese