jueves, 31 de julio de 2008


De repente un humo ensoñador esclavizo mis sentidos. Aquel agradable olor se apodero de mi mente y mis ojos se nublaron. Trate de alzar mi vista pero enmutada me deje seducir. Era un sueño o alguien me miraba? No lo podía ver, era confusa la situación pero de un momento a otro el silencio se murió y comenzo a cantar. Aquel extraño hombre cantaba para mi, mi canción favorita con una voz dulce y suave. Me suspiraba al oído y con ademanes dignos de sentir me llevaba de a poco a la irrealidad. Me nutria poco a poco con la canción de apetitosos saberes y yo me dejaba asistir, era agradable poder sentir. Aun no entendía o no quería entender, pero aquel parecía estar entrenado para amarme porque lentamente me tomo, cerro mis ojos y me beso. Lo mire(porque ahora si podía ver) pero había desaparecido. Ahí fue que me desperté a las 4 de la tarde un domingo, el saumerio que había prendido ya se había terminado y en el reproductor de MP3 aun sonaba la misma canción[...]

Cuento inspirado por "I'll be your mirror"

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