miércoles, 28 de marzo de 2012

Hombre y mujer

Me personalizas cuando entras.
Me palpas con tu órgano.
Sí, es genital.

Naufragás.
Calculás quien puedo ser separando mis piernas.
No hay misterio,
soy quien digo ser.

Me guiñás torpemente.
Mal pensado,
soy tu esposa,
soy tu mujer.

Impredecible es tu velocidad de proceder.
Cuando me alcanzás termina el ciclo.
Comienza uno nuevo para mí:
tu rehabilitación,
tu premisa de ser hombre,
tu cansancio.
Sí, otra vez, es genital.

1 comentario:

micha dijo...

me puso re quenchi