viernes, 29 de abril de 2011

Plaza.

Me escondí detrás de los robles.
Como espía observé las delicias de tu proceder.
Como ninfa del valle revoloteé por tu cuerpo,
te besé infinitas veces con el afán de que sueñes,
de ver tu cara de paz celestial.

Sin más despertaste del letargo,
huiste de mi mirada,
rompiste mi hechizo.
Cicatrisaste en tu percepción la marca de mi vida.

No hay comentarios: