martes, 12 de abril de 2011

Tu casa

La luz del ventanal entraba creando sombras tenues en los objetos que estaban en el piso. La música de fondo me hacía creer que estaba en una playa observando las olas (quizás por el rif californiano del principio, no lo sé). Cuestión que por un momento me transporté a una época antigua y la situación se torno más que agradable. Me dejé consumir por tus cursilerías porque tu ritmo y el ritmo de la canción iban al compás. 
Pero, con el paso del tiempo, todo se tornó oscuro y por el ventanal entraron las tinieblas. Entonces, tratando de grabar en mi mente todo lo que me habías mostrado ese día, mientras bajaba las escaleras quise recordar las figuras del empapelado. Inútil, mi mente quedó atrapada en esa hermosa canción y las figuras desnudas inmortalizadas en el espejo de tu habitación.

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