jueves, 3 de septiembre de 2009

Anywhere I am, I'm alone.

A medida que transcurría la noche en el hotel en el cual me estaba hospedando, me di cuenta de que estar sola no era un problema para mi. Durante una época de mi vida yo estuve mucho tiempo sola, la necesidad de que alguien me tome de la mano y me guié no era lo que yo quería. Pero particularmente, entendí lo que Freud quería decir cuando decía que todo se mueve por la pulsión vital, la libido. Yo no funciono sin amor, que todo lo que siento es producto de ese sentimiento que me mueve, que me atrapa entre sus garras de manera negativa o positiva. Fue en ese mismo instante, que sentí que aquel colchón de dos plazas era demasiado para mi. Sentí como si fuera un agujero negro que me tragaba a medida que el sueño me invadía. ¿Era necesario elegir una cama grande? Tonta de mi parte, acostumbrada a dormir al lado de él me había olvidado lo que era dormir sola, sin nadie respirandome al oído y sin nadie que me despierte por la mañana. La soledad se hizo dueña de mi nuevamente.
Al otro día cuando desperté me sentí mejor, el colchón no era mi enemigo sino mi propia conciencia que como siempre meditaba en todo lo negativo de mi vida. Lo único que me impacto fue el hecho de no sentir la soledad del día anterior. Independiente de cualquier sensación, decidí no sentirme mal por los próximos días y disfrutar de mi persona. Nada me ataba, nadie me sujetaba a su sombra, yo podía hacer lo que quiera y con quien yo quiera. Pensé, es tan liberador caminar sola por las calles de esta ciudad que había elegido para escaparme de todo lo que me atormentaba. Seguí a tu estrella!- era el consejo de una canción que había escuchado unos días antes de irme en un bar y así lo hice. De esa manera, supe lo que aun no había entendido, que yo no pertenecía a ningún lugar y que siempre donde este iba a estar sola.
La autosuficiencia era una manera de vivir tranquila pero a la vez con melancolía, porque a pesar de que yo me sentía bien por adentro una tormenta gigante se desataba, hasta estallar en algún momento. Y fue así, el día en que regresaba para mi casa el día estaba horrible como si supiera que no me quería ir. Llovía y a medida en que lo hacia mis ojos también. Como diría una canción que tanto me gusta, hay cero de amor en mi tierra o por lo menos así lo sentí a medida que el auto se acercaba a mi domicilio. La busquedad de una precencia era inútil, porque a pesar de que él estuviera cerca no sentía la necesidad de correr en busca de afecto, mi libido había muerto en algún lugar de aquel colchón de hotel. Yo puedo sola- dije cuando el chofer del coche quiso llevar mi equipaje adentro de mi casa. Y era verdad yo podía sola, podía estar sola sin tener a nadie a mi lado, a pesar de que lo único que busco es amor y el cariño de una persona especial. ¿Amigos? Los tengo, simplemente que no siempre pueden estar en todos lados, pero aun así los tengo y los quiero porque siempre existe mi memoria y los recuerdos de todo lo que pasamos para sentir amor. Lo único que no muere es ese sentimiento, que esta en todas partes de distinta forma y nombre. Por ahora yo guió mi propio camino, lo que no quiere decir que no te quiero más.


PD: "Love is all"


No hay comentarios: