viernes, 30 de enero de 2009

Mañana es pasado

Te odio. Odio todo lo que me hace recaer en vos una y otra vez. Te odio pero te amo también por el simple hecho de que sos todo. Sos mi todo, vos me constituís y me creas. Vos fuiste, sos y seras lo que siempre estará cuando yo no tenga a nadie a mi lado, por esa misma y única razón es por lo que te odio y te amo. Me destruís, me consumís, me dejas sin aliento, me haces llorar y me haces darme cuenta de todo lo que fui, de la forma en la que me deje ir o de la manera en que me convertir en lo que soy. No lo aguanto, ya no te aguanto porque gracias a vos me quiero morir, me siento la basura inmunda en el rincón y no te importa. No te importa que haces de mi. No lo soporto, no te soporto porque inundas mi cabeza de ideas infelices o de ideas felices que ya no podre recuperar. Sos enteramente dueño de mi y todo el mundo lo sabe. Yo misma se los comento y me dicen que esta mal, que no debería dejarme llevar por vos y porque ven la manera en que sufro. Y tienen razón, simplemente que soy demasiado orgullosa como para dejarme influenciar por el comentario de los demás, yo voy a hacer lo que yo quiera y si mi maldita voluntad es cederme a vos, que lo entiendan. Pero me canse y ya deseo no quererte más a pesar de que yo sé que es imposible, es imposible para mi como para los demás dejar que las cosas más importantes se les vayan de su memoria.
Cuando me embriago a veces vos apareces, no me consolas al contrario me atormentas inmediatamente e inconscientemente revelo todo de mi persona, todo lo que tengo guardado en mi mente y mi corazón. No podes llamar a eso consuelo, dejar que mi persona se exponga ante los demás de esa manera. Me seducís, mi mirada se proyecta en vos y balbuceo inmediatamente hasta llegar a las lagrimas, así haces que narre incoherentemente todo. No. No es hermoso decirle a los demás quien fuiste, que querías o que queres, no es bonito decir secretos del alma a quienes no te conocen, a quienes no tienen la menor idea de la persona que sos. ¡Como te odio! Igual no siempre es así, no siempre me obligas a decir mis secretos, la mayoría de las veces yo lo hago voluntariamente como quien quiere compensar o agasajar a quienes lo rodean. Pero lo hago por el simple hecho de que existís y de que yo existo. Los dos estamos unidos por un solo corazón latente y por una sola memoria, es por eso que jamás te iras de mi lado, vos necesitas de mi como yo necesito de vos para vivir, aunque me hieras, me lastimes, me hipnotices y me hagas sonreír con lamento, pero sonrisa al fin. Desearía nunca haberte conocido o simplemente ser tonta, ser loca o que mi vida no se base en vos pero no sé puede. Lamentablemente te llamas recuerdo alias "pasado".

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